popstrap.com Los Viajes de Dylan: septiembre 2015

22/9/15

Granada Sound 2015


Se acabaron las vacaciones y de qué manera, el Granada Sound, último festival del verano, y no podría haber acabado mejor este periodo de vacaciones, que se supone que son para el descanso, aunque de eso he tenido poquito. Como en las otras ocasiones la compañía en los festivales es de las cosas más importantes y la de este ha sido de diez.


En este viaje a una de las ciudades más bonitas de España, e incluso me atrevería a decir del mundo, no he podido ver mucho por el poco tiempo del que disponíamos. Tan solo el centro, la catedral, callejuelas y algunas tiendas. Pero Prometo volver pronto para volver a ver la Alhambra.

En cuanto a la gastronomía, que no falten las tapas que te sirven con la bebida, eso debería estar por ley en toda España. He tenido la oportunidad de probar las migas andaluzas, llevaba tiempo con ganas de degustarlas y la verdad es que están buenas, nosotras las comimos con melón y pescaíto frito. 



Del festival tengo pros y contras, esta era su cuarta edición y para llevar solo cuatro años y haber tenido que cambiar el recinto estaba bastante bien organizado. La disposición de los escenarios creo que hubiese sido mejor de otra forma, también hubiese puesto una pantalla entre los dos escenarios principales, la distribución de los grupos (en el horario) a veces no venía muy bien y la última "pega" que no es pega sino que me ha resultado curioso, es que la única presencia femenina en el festival ha sido la de Zahara, también había en Delafé o en Elyella DJs, pero por lo general han sido pocas. En cuanto a los pros, mucha variedad de comida, el precio del festival (si lo coges con adelanto), los grupos, los patrocinadores (excepto una marca de papelillos de fumar, se debería promover más la vida saludable) y muy muy buen ambiente.



A modo de reseña, de los grupos, me sorprendió para bien Izal, el directo fue alucinante, lo disfruté mucho. Supersubmarina tan agradecido y abierto al público, cerrando con LN Granada de forma épica. También me encantó la cantidad de grupos que te hacían mover el cuerpo aunque no te supieras todas las letras como Delafé y las flores azules, Sidonie, Dorian, Varry Brava, Zahara... No podía faltar mi comentario a The Kooks, segunda vez que los veo este verano y segunda vez que me han hecho vivirlo como la primera vez, no existen palabras para describir la adrenalina, la energía y la satisfacción que me hacen sentir con sus letras, ritmos y presencia. Aprovecho para pedir perdón a todos los que vivieron ese concierto alrededor mía, por los pisotones, empujones o gallos en la oreja.





El Granada Sound se va a convertir en el festival indispensable, que no falte en cada verano, sean cuales sean los grupos. Tiene una fecha fantástica para los universitarios andaluces, justo cuando acaban las recuperaciones y antes de empezar el curso. Altamente recomendable a todos los públicos.





15/9/15

Un café à Prague?


Como podréis deducir por el título, mi último viaje fue a Praga, con mi señora madre. Título que he sacado de un mantel y que en el viaje he descubierto que precisamente el café de Praga es aguachirri (eso nos dijo un guía). A modo de resumen, de Praga me quedo con la historia, la música, la comida y la cerveza.



Si tuviera que elegir un viaje en el que haya aprendido más historia, sin duda sería este (de momento), gracias a unos guías magníficos, te ibas enterando de los acontecimientos que ha marcado a la ciudad y a toda la República Checa, cada 20 años como mínimo la sociedad ha vivido cambios trascendentes que hace a la gente y a la ciudad ser lo que ahora son.


Es una ciudad que en dos días se ve, pero si te quieres empapar de ella y de los alrededores, como mínimo, recomiendo 5 días. Nosotras en 6 días hemos visitado la ciudad a fondo, Kutná Hora (una ciudad minera que aportó a Praga la riqueza necesaria para ser la ciudad que es ahora), Karlovy Vary (una ciudad balneario preciosa), Terezín (un campo de concentración y cárcel bien conservados, donde puedes apreciar lo que realmente ocurrió en la segunda guerra mundial).






En cuanto a la comida... ¡todo es carne!, no tienen otra cosa, eso si está muy rica, y para comer en el centro (en plan turista) no es muy caro (en la mayoría de sitios). Entre los platos degustados están: el gulash, sopa de gulash, rodilla de cerdo (si alguna vez lo pedís ni se os ocurra comeros la guarnición, es una especie de ensaladilla de rábanos asquerosa, el sabor es una mezcla de wasabi y jengibre), costillas, pato... y como no podía faltar en la comida, la cerveza, allí cuando pides cerveza no te ponen la típica caña, sino una jarra de medio litro. La República Checa es el país que más cerveza consume, según un guía consumen una media de 6 litros por persona y día, y no me extraña porque allí hacen la Pilsner Urquell, la cerveza más rica que jamás había probado. Si vais también encontrareis por todas partes puestos de un dulce típico, son "chimeneas" con chocolate, no podéis iros sin probarlas.




Otra cosa que me encantó de la ciudad es la música, grupos por todos lados, de rock, jazz, indie, celta, ópera... cada grupo o solista tenia su esquina y hora cada día. Sus actuaciones eran de media hora aproximadamente, al final podías comprar el disco, hacerte fotos... No solo había música, también espectáculos de todo tipo, con fuego, serpientes, instrumentos raros... También he descubierto a mi nuevo escultor favorito, David Černý, cuyas esculturas son bastantes controvertidas y suelen crear polémica.






También tengo alguna pega de la ciudad, como lo mal cuidado que están muchos monumentos, iglesias, edificios históricos, el puente de Carlos IV... muchos están negros, sin cuidar y la verdad es que la ciudad se ve que da dinero con el turismo como para que cuiden esos detalles. Otra pega es como te tratan algunos praguenses, sobre todo en restaurantes, algunos no son nada simpáticos, pero como nos dijo un guía, su comportamiento se entiende por la historia que han vivido.

Si tuviera que decir que es lo que más me ha gustado de lo que he visto, diría que el puente de Carlos IV, la casa danzante de mi querido Frank Gehry (mismo arquitecto que el museo guggenheim), la ciudad de Karlovy Vary, una capilla en Kutná Hora decorada en su interior con huesos de esqueletos humanos, y el muro de John Lennon.



¿Volvería? quizás en un interrail un día o dos pero no más tiempo, me he empapado suficiente de la ciudad y me quedan muchas más por descubrir.