popstrap.com Los Viajes de Dylan: Santiago's way

9/8/15

Santiago's way


Siempre se ha dicho que en esta vida tienes que plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, hay que añadir: ¨hacer el camino de santiago¨. Es algo que si tienes la oportunidad tienes que hacerlo.

Todos habréis escuchado que es una gran experiencia, que tienes tiempo para pensar sobre uno mismo o temas que nos conciernen, que conoces mucha gente, visitas pueblos con encanto, ves paisajes que nunca imaginarias... Un sin fin de puntos positivos.


Desde mi punto de vista, todo eso es verdad, pero esta sobrevalorado. Lo he pasado en grande y pienso repetir, he visto paisajes que ni siquiera sabía que pudiesen existir, he conocido gente extraordinaria (no tanta como la que me hubiera gustado), he visto un montón de animales y cultivos, lo he pasado genial con mis amigos, he comido como una reina... Pero lo que nunca cuentan es lo duro que es el andar por esos caminos de piedras, asfalto, cuestas arriba y abajo (esas son las peores)...



A mi me costó bastante los dos primeros días, el camino se me hacía eterno, me dolían los pies, las piernas, la espalda, partes del cuerpo que ni sabía que existían. El tercer día fue una maravilla ya que me deshice de la maleta. Supongo que todo eso fue porque iba desentrenada, también tiendo a tener dolores de espalda y venía quizás algo cansada de otro viaje. 


Recuerdo que a mitad de camino deseaba no haber ido o deseaba coger un taxi o burro al siguiente pueblo, pero una vez llegaba al pueblo la mentalidad cambiaba y se quedaba en un ¨no era para tanto¨.

La llegada a Santiago fue satisfactoria aunque llegué de mal humor, no podía más con mi cuerpo, pero tras una buena comilona en el mesón Manolo todo lo malo desapareció. Recomendable ir a la misa del peregrino aunque no seas creyente, es bonita y no se hace larga.

De esos 5 días de camino me quedo con haberlos pasado con mis amigos, haber conocido a una californiana de 70 años con más vida que todos  nosotros, a Javi, un madrileño que tuvo que abandonar por problemas de salud, con los 50 hórreos que pudimos contar en un día, todas las vacas vistas y el sin fin de paisajes y caminos que pudimos disfrutar entre tantas quejas y risas.



En definitiva, hay alta probabilidad de repetir el año que viene.

 







2 comentarios:

  1. Javi, el madrileño cojo, al habla. Me gusta tu blog pero estoy seguro de que vimos bastante más de 50 hórreos jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El madrileño cojo! jajaja me alegra recibir noticias tuya, espero que lo de la rodilla solo fuera un susto.

      Eliminar